Charlas Internas

Agobiado de recuerdos, solo puede pensar en culpables y soluciones.

Enloquecido en hacer lo mejor para seguir adelante, le es inevitable pensar en el miedo que le provoca no avanzar.

Sabe que siempre hay que pensar en ventas, al final toda esta sociedad está pensada sobre una única base que es el consumismo, la VENTA de un producto o servicio, sea necesario o no.

No puede creer como todos los demás, con menos talentos que los que el piensa que tiene, han logrado más de lo que el ha hecho en toda su vida hasta ahora.

"Qué puedo vender", piensa mientras contempla su portafolio.

"Si no creo en lo que he hecho, cómo puedo venderlo", se pregunta. Los recuerdos de sus malas desciones lo agobian, el juega a resolver las situaciones, cuando esta de buen ánimo.

El tiempo pasa, sin resultados. El cuerpo y la mente se comienzan a cansar. "Quiero descansar un momento", piensa pero la intranquilidad de las manos vacias lo sigue moviendo.

"Hacia dónde", exclama sabiendo que ha buscado, desalentado porque la suerte no lo ha acompañado. Cuando ha buscado ayuda, o no la ha encontrado o no la ha sabido interpretar.

"Se supone que en esta vida venimos a aprender", se cuestiona mientras siente que lo va perdiendo todo. "Cuándo llegará el momento en que me sienta libre de esta crisis", se pregunta cuando automáticamente recuerda que ya lo habia tenido todo y nunca lo valoró lo suficiente.

"Valora lo que tienes ahora", le responde una voz en su cabeza. El asiente y solo piensa: "Debo seguir adelante".