Corre el tiempo, sin descanso, sin siquiera verse arrestos en su ritmo.
Corre el tiempo y te alcanza cuando crees que te sobra y puedes permitirte parar y descansar de esfuerzos cotidianos que no relevan en tu existencia.
Tiempo, corre sin parar dejando atrás los sueños de los que pensaron que solo estar ahí, quietos esperando que sus sueños se hicieran realidad y que bajara del cielo la materialización de estos, se hicieron viejos y solo pueden ahora masticar su frustración y pasarla a los demás como una epidemia de reclamos.
Corre tiempo, muestra la importancia de seguirte el paso, de mostrar a todos que no se debe descansar sino hasta que el cuerpo no de más. Entonces ahí es el momento de ver hacia atrás y ver que en realidad se te siguió el paso y en esa persistencia se edificó algo.
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