La fecha ha llegado. Más de un puñado de personas ha fantaseado
con este día por 30 años. Desde que se estrenó una de las películas que más ha
influenciado el imaginario colectivo, y que de manera increíble Hollywood y su
apetito voraz por el dinero fácil ha respetado, ha llegado por fin a su cita
con los viajeros pacientes del tiempo.
Como es de esperarse, los debates y
remembranzas, así como las reflexiones sobre la película se centran en los
aspectos relacionados a la cultura material, que producto si salió, cual aun
no, porque si, por qué no. Los sumos sacerdotes del merchandising ya han hecho
lo propio, la patineta que si levita, los tenis autoajustables, la ropa que se
lava y se seca por sí misma, los lentes de Google, en fin...
Todo fascinante, pero en este momento me
asalta una reflexión, ¿Cuál de las tres líneas de tiempo planteadas en la
película es la que estamos viviendo?
Suena un superfluo y contributivo al
debate pop del que hablaba atrás, pero como en toda actividad humana, siempre
hay un trasfondo que aporta a la reflexión.
La mayoría de los que han visto la saga
recuerdan la explicación de Dr. Brown en el pizarrón donde traza una línea
recta de tiempo donde se ubica el futuro fantástico que plantean, una línea
hacia abajo que representa el futuro donde Biff es poderoso. Al querido Doc. se
le olvida citar la verdadera línea, donde los McFly son perdedores y Biff está
por encima de ellos, la realidad que a la larga se da al quedar Marty McFly lisiado
y no cumplir su sueño de ser una estrella del Rock, interesante, ¿no es así?
Entonces para efectos prácticos ¿en qué
futuro estamos? En uno donde los "buenos" viajan por el tiempo y
recomponen una y otra vez sus errores, o en uno donde los "malos"
vencen y sus acciones corruptas nos llevan a este futuro desorganizado,
estancado en modas pasadas e intereses comerciales que no dejan prosperar los
avances de la humanidad para que se repliquen sus beneficios a todos, o es el
futuro de esa línea de tiempo que tarde o temprano se encausa haciendo que todo
vuelva a ser como venía siendo. Que al final puede tratarse del punto donde
empezó toda la historia, donde Biff no enceraba autos, ni hacia sus reportes...
Historias fantásticas que de manera
inocente (¿?) han hecho creer a millones que la segunda oportunidad solo se
puede dar si vuelves en el tiempo, no afrontando tus caídas y levantándote. El mensaje
de la trilogía es ese, a pesar del intento final del Doc. Brown con su tren perturbador
al final de la tercera parte.
Al final, solo están para divertirnos, a
un lado de la pantalla y para hacer un montón de dinero del otro lado, haciendo
lo que cada lado le gusta. Lo hermoso sería parar ahí, algo casi imposible en
este mundo donde infinidad de personas están pensando en la pantalla más que en
la película de sus vidas.
Los que vamos a vivir cada minuto de los
próximos 30 años, te saludan Dr. Emmett Brown
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