lunes, 13 de enero de 2014

Junior 2013

Junior 2013

Ya el 2013 ha pasado, así como las cabañuelas para este 2014. Los recuerdos del año pasado, a medida que pasa el tiempo, se van destiñendo cada vez más y pronto solo aquellos recuerdos que nos marcaron más, tanto de manera colectiva como individual, se depurarán y amoldarán a las necesidades personales que alimentan el estado de cada una de nuestras mentes.

2013 fue un año de profundos cambios a nivel personal y de varios sucesos repetitivos en el mundo en general. En diferentes ámbitos se manifestó la historia de la humanidad. En lo científico, la noticia fue la obtención de células madre  a partir de células adultas. Sin duda una gran noticia para todos –eventualmente-. En lo político, el lanzamiento de un modelo de Papa más cercano a los afectos de los millones de feligreses que dependen emocionalmente de las decisiones emanadas del Vaticano. Por supuesto también está la renuncia del anterior Papa, Benedicto XVI, un hecho que no se daba hace más de 600 años, cuanta tela para cortar detrás de esta decisión. En lo trágico, nuevos desastres naturales, ciclones, temblores, tifones y claro, la falta de sentido común imperante en las economías con alta corrupción, que seguro derivó en falta de prevención e improvisación de varias entidades de atención de desastres. En esta categoría de manera más trágica se debe incluir los atentados, como el de la maratón de Boston, el tiroteo en el centro comercial en Kenya y todos esos eventos que a diario produce la insensatez humana solo por su ansia de poder y dinero. Muertes de celebridades, personas que han influenciado al mundo, desde la poderosa figura de Nelson Mandela, un símbolo muy grande de perdón y trabajo en equipo, dando importancia a todos. Margaret Thacher, la cuota política en este ítem, figura de poder y también de las duras consecuencias que traen las decisiones que se toman en política. En el entretenimiento, la irónica muerte de Paul Walker, quien se hizo famoso con sus películas de Rápido y Furioso, donde se desafían varias las leyes de la sociedad y por velocidad, fue una de las causas del fin de su vida. Ironía con la que solo se puede esperar que todos esos pilotos aficionados –y no aficionados- entiendan que si tienen para comprar esos preciosos autos deportivos, también tienen el suficiente dinero para disfrutarlos en las pistas destinadas para eso. Las normas en la sociedad están para respetarnos unos a otros, hace parte de vivir en comunidad.
Muchas categorías que marcaron el 2013 y en general todos los años. Podemos encontrar muchas listas sobre el tema por internet y filtradas según nuestras preferencias. La invitación es buscar y leer esos recuentos de vez en cuanto, para poder tener presente lo efímero de nuestro tiempo y como se pueden lograr cosas.

En el plano personal un suceso que plasmó con algo de crudeza fue la partida de la mascota familiar llamada Junior. El animal llevó desde su ingreso a la familia una vida desordenada y a la vez cómoda, reflejando de alguna manera como muchos de nosotros llevamos nuestra existencia. Como todo perro pequeño de compañía era muy celoso, ruidoso, con un particular gusto por incomodar a todas las personas que no conocía. No era muy listo, era más bien del corte perezoso y molesto, por esa razón no era de mis afectos. Poco a poco, a medida que yo comenzaba mi camino de comprensión de este mundo, también fui comprendiendo esa pequeña existencia de Junior.

El ser desordenado, y perezoso para aprender no lo heredó, lo aprendió del medio que lo acogió. Nadie en realidad se preocupó por amaéstrarlo y hacerlo más ordenado. Solo recibía el correspondiente regaño, tanto físico como verbal mientras la persona de turno limpiaba su desorden. Su única función era llamar la atención, de cualquier modo, y que mejor que molestando y haciendo desorden

Trece años pasaron y con ellos su salud, ya viejo, ciego y sordo, su único sentido activo era el olfato. Comprendiendo su existencia entendí que como muchos de nosotros el fue producto de su medio y A DIFERENCIA DE NOSOTROS, no tenia manera de cambiar su realidad. Así que con los años lo entendí, le di mi afecto y cada vez que era objeto de algún regaño, exigía respeto y a esa persona le aconsejaba buscar otra manera para canalizar su frustración e ira con la vida, (AL FINAL MUCHAS PERSONAS TIENE MASCOTAS PARA ESO).

El 2013 marcó el final en la vida de Junior, después de un trágico accidente casero, propiciado quizá por sus años, por el descuido de sus dueños -e irónicamente el otro protagonista de ese accidente fue el que comenzó a comprenderlo y acogerlo-. Un evento escandaloso, nada tranquilo, como muchos pedimos y soñamos con nuestro último instante. En ocasiones la transición de esta vida es algo doloroso y muy alejado a lo que quisiéramos.

Esa es la principal enseñanza que me deja este año, lo que aprendí con Junior y como influenciamos todos en su vida. El gran poder que tenemos, tanto de influenciar otras vidas y de cambiar lo que cada cual sentimos no hace parte de lo que queremos. No todos los seres tienen esa oportunidad y no todas las personas se creen con derecho a ejercerla.

2013 año de cambios, de decisiones. Fue o no un buen año. Este como ningún otro depende del ángulo que se mire, dará diferentes matices, uno ya maduros, otros en un periodo de transición que podrían engañar a un observador distraído, dando argumentos duros a sus duros juicios.



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